viernes, 30 de octubre de 2009

El último vuelo


por la tarde tempranito, cerca del ventanal de la cocina, Hugo leía un libro.

el viento estaba del este y yo observaba un cielo que amenazaba desplomarse.

los pájaros volaban aturdidos

de pronto; un estallido de vidrios rotos y una lluvia de plumas suspendidas en medio del silencio.

una paloma atraída por el brillo de una chapa de acero cruzó confiada la ventana.

su choque contra la pared de azulejos dejó dibujos rojos sobre la losa blanca y varias plumas grises sobre el piso negro.

era - su- último - vuelo.

1 comentario:

Santiago dijo...

Menudo trabajo debe haber sido haber tenido que limpiar eso.